
Mayo es el mes de las flores, de los colores vivos que nos alegran la vida cada mañana. El mes del Lorenzo travieso que cambia los armarios, el color de la piel y la actitud de la gente. Mayo es la luz después del agua de abril. El mes del curso que termina, las vacaciones que se ven a la vuelta de la esquina. Mayo son los niños en la calle, las abuelas en la puerta y el perfume de los naranjos en el aire. Mayo son los primeros baños y las últimas lluvias que cuando vienen duelen más que nunca. Mayo son los amores que empiezan. En mayo la vida cambia, las personas nos queremos más y somos más felices casi por voluntad divina.
El invierno, con su frío y su vida tranquila tiene sus amantes y sus detractores. El verano con su ajetreo y su calor gusta a unos y hastía a otros. Sin embargo, todo el mundo es feliz en primavera. Y para nosotros, mayo es aún más especial.
Mayo es el Giro. Mayo es el rosa. Mayo es el último reducto del ciclismo clásico. Mayo son las grandes batallas en los colosos alpinos. Mayo son las etapas de varias horas sin pestañear. Mayo son los grandes ataques y la epicidad del ciclismo.
Mayo es menos mayo sin ti.